Platillos típicos yucatecos y dónde probarlos

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La cocina yucateca es reconocida por su sabor único, mezcla de ingredientes mayas, españoles y caribeños. Recorrer Yucatán sin probar su gastronomía es perderse una parte fundamental de su identidad.

La cochinita pibil es uno de los platos más icónicos. Se prepara con carne de cerdo marinada en achiote y cocida bajo tierra en horno de leña. Puedes encontrarla en mercados como el de Santiago o en lugares como La Lupita.

El poc chuc, carne asada marinada en naranja agria, es una delicia que se sirve con tortillas, frijoles y cebolla. Es muy común en pueblos como Maní o Ticul, pero también en restaurantes tradicionales de Mérida como El Manjar Blanco.

La sopa de lima, con su característico sabor cítrico, es un caldo reconfortante hecho con pollo o pavo, lima y tiras de tortilla frita. Se puede disfrutar en restaurantes como La Chaya Maya o en el Museo de la Gastronomía Yucateca.

El frijol con puerco es un platillo casero que se sirve principalmente los lunes. Mezcla carne de cerdo con frijoles negros y se acompaña con rábanos, arroz y aguacate. Las fondas familiares lo preparan de forma muy auténtica.

Los panuchos y salbutes son antojitos muy populares. Los panuchos llevan frijol dentro de la tortilla, mientras que los salbutes son más suaves y sin frijol. Ambos se sirven con pollo o huevo, lechuga, tomate y cebolla morada. Lugares como Eladio’s o La Casa de los Panuchos son recomendables.

El queso relleno es otro platillo de fiesta. Se elabora con queso de bola relleno de carne molida, pasas, aceitunas y especias. Se sirve bañado en salsa blanca y roja. Puedes probarlo en Hacienda Teya o en el restaurante Zamná.

Los huevos motuleños son un desayuno típico de Yucatán. Llevan huevo frito sobre tortilla, frijoles, jamón, chícharos, plátano frito y queso rallado. Se pueden encontrar en cafeterías locales como Impala o en el mismo Motul.

El relleno negro es uno de los guisos más tradicionales. Se prepara con carne de pavo y cerdo en una salsa de chile quemado, lo que le da un color oscuro y sabor intenso. Es típico de festividades, pero también se ofrece en varios restaurantes del estado.

Acompañar estos platillos con bebidas como horchata, agua de chaya o jugo de naranja recién exprimido mejora aún más la experiencia. Y para el postre, no olvides probar dulces tradicionales como el dulce de papaya, cocoyol en almíbar o pan de elote.

La cocina yucateca no solo alimenta, también conecta con el pasado y la tierra. Cada ingrediente tiene historia, y cada receta ha pasado de generación en generación. Comer en Yucatán es también una forma de hacer turismo cultural.

Ya sea en fondas, mercados o restaurantes, hay opciones para todos los gustos y presupuestos. Anímate a explorar con el paladar y descubre por qué la comida yucateca es considerada una de las más especiales de México.