Hoy en Yucatán los precios de los combustibles mantienen cifras estables aunque elevadas, lo que sigue presionando el bolsillo de quienes dependen del automóvil para moverse. La gasolina Magna se consigue por aproximadamente $23.80 a $24.00 pesos el litro, mientras que la Premium anda entre $25.50 y $26.00 pesos, dependiendo de la ubicación exacta de la gasolinera. El diésel se mantiene un poco más caro, rondando los $26.70 a $27.00 pesos por litro.
En Mérida, por ejemplo, la Magna se ofrece en promedio a $23.80 pesos; Premium y diésel siguen el mismo patrón con precios por encima de los $25. En municipios más alejados o de acceso menos fluido, los costos suelen subir ligeramente, sobre todo en la Premium y el diésel.
El comportamiento responde a diversos factores que inciden sobre el precio final: impuestos federales, gastos de transporte desde los centros de distribución, márgenes de ganancia de cada estación y la fluctuación del petróleo a nivel internacional. Aunque el gobierno aplica estímulos fiscales para contener aumentos bruscos, los costos logísticos y las variaciones externas siguen influyendo en el mercado local.
Para los conductores, esto representa un gasto constante que repercute en el costo de vida. No sólo el transporte personal se encarece, también se refleja en bienes y servicios que dependen del traslado de productos. Por ello, cada vez más personas optan por comparar gasolineras, aprovechar promociones o cargar combustible en estaciones fuera de zonas céntricas para ahorrar lo posible.
En conclusión, la gasolina hoy en Yucatán no es la más barata del país, pero tampoco está en los niveles más altos. Conviene estar atento a las diferencias entre municipios, ya que cargar en un punto estratégico puede marcar una diferencia significativa en el gasto semanal de combustible.