Sabores de hoy en Yucatán

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Hoy en Yucatán, como en cualquier día, los aromas en las cocinas evocan tradición, historia y calor humano. La gastronomía local no solo alimenta sino que conecta con la cultura maya, con la mezcla de ingredientes autóctonos y españoles, y con la memoria colectiva de familias que heredan recetas generación tras generación.

Al desayunar, es probable que el aroma de los huevos motuleños haya abierto el apetito: huevos estrellados sobre tortilla frita, con frijoles, jamón, salsa de tomate, chícharos, platano macho frito y queso. Este plato mezcla lo dulce, lo salado y lo suave, ideal para arrancar el día con fuerza. Otro clásico en las mañanas son los panuchos y los salbutes: tortillas fritas rellenas de frijol (panuchos) o simples (salbutes), acompañadas de pollo o pavo deshebrados, cebolla morada, aguacate, tomate, lechuga y salsa de habanero. Perfectos para quienes prefieren algo ligero pero lleno de sabor. 

Al mediodía quizá se haya servido algo contundente, pues el calor lo pide: una sopa de lima, ese caldo claro que lleva tiras de tortilla frita, carne de pollo o pavo, lima y el toque cítrico que refresca. O bien, un poc-chuc, carne de puerco marinada en naranja agria y asada a la brasa, acompañada usualmente de frijol colado, cebolla morada, chiltomate y tortillas. Estos platos reflejan la armonía entre lo cítrico y lo tostado, lo suave y lo ahumado. 

Para algo más festivo o si se reunió la familia, quizá haya aparecido la cochinita pibil, quizá en tacos o tortas: carne de cerdo marinada con achiote y naranja agria, envuelta en hojas de plátano, cocinada lentamente (a veces bajo tierra, aunque muchas veces al horno). No hay nada como la cebolla morada curtida que la acompaña para realzar aún más el sabor. 

Y de postre o merienda, algo dulce, algo fresco: puede que haya sido marquesita, ese crujiente “helado” tubular con queso de bola rallado, o tal vez algo de dulces típicos como zapotitos, dulce de pepita, mazapán de almendra, pastelillos de guayaba o fruta de temporada. Para acompañar, agua de horchata, de chaya o limonada, algo que refresque y calme el calor. 

En síntesis, las comidas de hoy en Yucatán combinan lo cotidiano con lo ceremonial, lo doméstico con lo festivo: platillos que invitan a compartir, que recuerdan tiempos antiguos, que celebran el sabor autóctono, y que enriquecen la rutina con cada bocado.