Yucatán se ha convertido en un espacio donde la fotografía no solo documenta, sino que también preserva y reinterpreta la riqueza cultural del estado. Durante este mes, diversas exposiciones invitan a recorrer la memoria familiar, los oficios tradicionales y las expresiones artísticas contemporáneas que dialogan con el pasado.
Una de las muestras más entrañables es “Tetiz: un álbum de familia” y “Ticul. Estampas de familia”, exhibida en el Centro Estatal de Capacitación, Investigación y Difusión Humanística de Yucatán (CECIDHY), en Izamal. En estas colecciones se presentan más de 50 fotografías antiguas, recopiladas a través de familias locales, que retratan escenas de la vida cotidiana, oficios y celebraciones religiosas en ambas comunidades.
En la Casa de la Cultura del Mayab, junto al ex-convento de Monjas en Mérida, se inauguró la sala de exposiciones temporales con la muestra “El cielo es el límite”, que reúne obra de 20 artistas emergentes en un homenaje al mes de la fotografía. La propuesta reflexiona sobre la capacidad de la imagen para resignificar instantes de la realidad desde nuevas miradas.
Por su parte, el proyecto fotográfico “Xmanikté Siempre Viva” se presentó en el Museo Regional de Antropología de Yucatán, Palacio Cantón. La exposición incorpora fotografías bordadas que resaltan la tradición del bordado “xmanikté” y la manera en que las mujeres bordadoras mantienen vivo un legado cultural que es parte del patrimonio inmaterial de la región.
El Museo de la Ciudad de Mérida también se unió a esta agenda con una exposición dedicada al Centro Cultural Universitario de la UADY, en el marco de su 103 aniversario. La muestra incluye fotografías históricas y documentos que evidencian la evolución arquitectónica y social de este emblemático recinto.
El Gran Museo del Mundo Maya mantiene un papel central en la difusión de la cultura a través de la fotografía. Sus exposiciones itinerantes incluyen series como Fiestas tradicionales en comunidades mayas, Península de navegantes, Fortaleza ante la adversidad, Entre dones, oficios y saberes, Tiempos de Milpa y Waye’, tolo’… aquí y allá. Cada una de estas propuestas permite adentrarse en aspectos diversos de la identidad yucateca, desde la agricultura y la medicina tradicional hasta la relación histórica con el mar.
En conjunto, estas exposiciones de fotografía no solo son registros visuales, sino también narraciones colectivas que reafirman el vínculo entre memoria e identidad. Constituyen un testimonio del patrimonio cultural de Yucatán y, al mismo tiempo, una invitación a reflexionar sobre cómo se construye y se transmite la herencia cultural a través de las imágenes.