Yucatán es conocido por su riqueza natural y cultural, y dentro de su amplia oferta turística, los jardines y parques destacan como espacios donde convergen la tranquilidad, el conocimiento botánico y el patrimonio arquitectónico. A lo largo del estado, existen lugares que ofrecen desde el estudio de la flora regional hasta áreas de esparcimiento familiar rodeadas de vegetación tropical.
Uno de los más emblemáticos es el Jardín Botánico Regional “Roger Orellana”, perteneciente al Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY). Fundado en 1983, este espacio se ha convertido en un verdadero refugio verde dentro de Mérida. En sus senderos se pueden encontrar colecciones de plantas nativas de la península, incluyendo especies medicinales, comestibles y ornamentales utilizadas por la cultura maya. Además, cumple una función educativa al fomentar la conservación ambiental y permitir al visitante conocer más sobre la biodiversidad local.
Otro sitio representativo es el Parque de las Américas, ubicado en la colonia García Ginerés de Mérida. Este espacio urbano combina naturaleza con simbolismo histórico y artístico. Su diseño, inspirado en la herencia maya, se distingue por sus fuentes, esculturas y columnas decoradas, que rinden homenaje a las raíces del continente americano. Con más de ocho décadas de historia, el parque sigue siendo punto de encuentro para familias, jóvenes y turistas que buscan un entorno verde con valor cultural.
En el poniente de la capital se encuentra el Jardín Bepensa, un área moderna destinada a la convivencia y la recreación. Creado por la Fundación Bepensa, este jardín abarca alrededor de siete hectáreas con andadores, zonas de descanso, juegos infantiles y espacios para la práctica deportiva. Su objetivo es promover el contacto con la naturaleza y el bienestar físico y mental, convirtiéndose en uno de los espacios preferidos por los habitantes de la zona para realizar actividades al aire libre.
Además de estos lugares, existen jardines y parques de interés en otros municipios del estado. En Izamal, por ejemplo, los jardines que rodean los conventos coloniales ofrecen una mezcla de historia y vegetación que enriquece la experiencia turística. En Valladolid, el Parque Principal Francisco Cantón Rosado funciona como un jardín urbano lleno de árboles centenarios y flores regionales. En Progreso, el malecón ecológico incorpora jardines costeros con plantas adaptadas al ambiente salino, demostrando cómo la naturaleza puede integrarse armónicamente con el turismo.
Estos espacios no solo cumplen una función recreativa, sino también ecológica y educativa. Permiten que los visitantes comprendan la importancia de preservar la flora nativa, además de ofrecer un respiro en medio del crecimiento urbano. En muchos casos, son también sedes de actividades culturales, ferias ambientales y talleres sobre jardinería o reciclaje, fomentando así la participación comunitaria.
En conjunto, los jardines y parques de Yucatán reflejan el equilibrio entre el progreso y la conservación. Desde los jardines científicos del CICY hasta los parques históricos y familiares, todos contribuyen a mantener viva la conexión entre el ser humano y su entorno natural. En ellos se encuentra no solo belleza y tranquilidad, sino también una invitación a reflexionar sobre la relación con la tierra y la necesidad de protegerla.
En definitiva, los jardines famosos de Yucatán son mucho más que espacios verdes: representan la identidad del estado, un punto de unión entre ciencia, cultura y naturaleza, donde cada visitante puede disfrutar, aprender y reconectarse con la serenidad que solo la vegetación y el aire limpio pueden ofrecer.