En el centro histórico de Mérida, donde la arquitectura colonial se mezcla con la modernidad cultural, se alza uno de los espacios más innovadores y fascinantes de la ciudad: el Museo de la Luz Mérida, una sede de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que combina ciencia, arte y tecnología en una experiencia sensorial única.
Ubicado en la Calle 50 número 419B, este museo abrió sus puertas como una extensión del famoso Museo de la Luz de la Ciudad de México, con la misión de acercar la ciencia al público y despertar la curiosidad sobre uno de los fenómenos más cotidianos y a la vez más misteriosos: la luz. Desde su inauguración, se ha convertido en un punto de encuentro para estudiantes, familias y turistas que buscan aprender de una forma divertida y diferente.
El recinto destaca por su diseño moderno y su propuesta interactiva. Cada sala invita al visitante a descubrir cómo la luz influye en todos los aspectos de la vida, desde la naturaleza y el arte hasta la tecnología y la salud. No se trata de mirar vitrinas estáticas, sino de experimentar, tocar, observar y sorprenderse con los juegos ópticos, los espejos infinitos, las ilusiones visuales y los experimentos con colores y sombras.
Entre sus principales atracciones se encuentra el recorrido “Ciencia, arte y color”, donde se explica cómo el ojo humano percibe los colores y cómo la luz da forma a todo lo que vemos. También hay una sección dedicada a la física de la luz, donde se puede conocer la teoría del espectro electromagnético, los rayos ultravioleta y los infrarrojos, además de ver cómo se utiliza la luz en la medicina, la astronomía y la fotografía.
El museo no solo busca enseñar ciencia, sino también conectar la creatividad con el conocimiento. Por eso, colabora con artistas locales y nacionales que desarrollan instalaciones lumínicas y exposiciones temporales que mezclan arte contemporáneo con tecnología. En algunos periodos, las paredes del museo se iluminan con proyecciones interactivas o piezas que cambian según la intensidad de la luz del día.
El Museo de la Luz Mérida también tiene un fuerte compromiso educativo. Se organizan talleres, visitas guiadas y actividades para escuelas, en las que los niños aprenden sobre óptica, color y energía de manera práctica. Además, ofrece cursos para docentes y charlas con investigadores de la UNAM que explican avances científicos relacionados con la luz.
El horario habitual es de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas, con entradas accesibles para todo público. Su ubicación privilegiada en el corazón del centro histórico permite combinar la visita con un paseo por los alrededores, donde se encuentran otros puntos culturales importantes, como el Museo Macay y la Casa de Montejo.
Más allá de ser un espacio expositivo, este museo representa una apuesta por la divulgación científica en Yucatán, una región que ha destacado por su interés en promover la cultura y la educación. Con un ambiente moderno y una museografía dinámica, el recinto logra que tanto niños como adultos se maravillen por algo tan cotidiano como encender una luz o ver un arcoíris.
En palabras de sus visitantes, es “un lugar donde uno sale con más preguntas que respuestas, pero con una sonrisa y la mente llena de curiosidad”. Y es precisamente esa sensación la que define la esencia del Museo de la Luz Mérida: transformar el asombro en conocimiento y el conocimiento en inspiración.
Quien lo visita no solo entiende la ciencia detrás de la luz, sino que también descubre su magia. Porque en cada reflejo, en cada destello y en cada color, hay una historia que contar. Y en Mérida, esa historia brilla más que nunca.