Bajo la luna y entre manglares: safari nocturno en Celestún

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Yucatán es famoso por sus paisajes naturales, pero pocos viajeros conocen el lado más misterioso de sus manglares cuando cae la noche. En Celestún, la Reserva de la Biósfera cambia de ritmo al ocultarse el sol. Mientras los flamencos duermen, nuevos protagonistas emergen: cocodrilos, aves nocturnas, murciélagos y peces bioluminiscentes.

Este tour nocturno comienza alrededor de las 6:30 p. m., cuando el calor baja y las embarcaciones parten con guías expertos locales. La ruta atraviesa túneles naturales de mangle rojo y negro, donde el silencio solo se rompe por el sonido del remo y el croar lejano de un sapo.

Uno de los puntos más emocionantes es el encuentro con cocodrilos moreletii. No hay necesidad de temer: los guías están capacitados y los avistamientos se realizan a distancia segura, iluminándolos brevemente con linternas de luz cálida que no alteran su entorno. Se estima que hay más de 300 cocodrilos en los alrededores, muchos de los cuales se desplazan con sigilo entre raíces sumergidas.

Otra joya inesperada es la presencia de luciérnagas sobre los manglares, que forman verdaderas constelaciones danzantes. Si la noche está despejada, el cielo se muestra imponente, libre de contaminación lumínica, y se pueden ver decenas de estrellas fugaces. Algunos tours incluso incluyen una pausa para observar el cielo con telescopios o a simple vista.

En ciertas épocas del año, como en luna nueva y durante la marea baja, es posible observar peces bioluminiscentes. Estos organismos reaccionan al movimiento y crean destellos azules al paso del bote. Es un fenómeno efímero pero mágico.

La experiencia dura alrededor de 2 horas. Se recomienda llevar ropa ligera de manga larga, repelente biodegradable, cámara con buena sensibilidad nocturna y, sobre todo, actitud respetuosa con la naturaleza.

El tour no está ampliamente promocionado en redes ni agencias, pero puede contratarse directamente con cooperativas locales como “Los Camaroneros” o “Manglar Vivo”, quienes también ofrecen cena con productos del mar en palapas familiares.

Este safari nocturno es ideal para quienes ya han visitado Celestún de día y buscan una aventura completamente distinta, íntima y reveladora. Más que un paseo, es una conexión directa con el corazón salvaje del ecosistema yucateco.