La fiesta de la Virgen de la Candelaria es una celebración tradicional que se lleva a cabo en la comisaría de Sucopó, perteneciente al municipio de Tizimín, Yucatán. Esta festividad se realiza anualmente a finales de enero y se extiende hasta el 2 de febrero, coincidiendo con el Día de la Candelaria, fecha que en la tradición católica conmemora la presentación del Niño Jesús en el templo.
Los festejos comienzan con la bajada de la imagen de la Virgen de su nicho en la iglesia del pueblo. Este acto es acompañado por una misa solemne y una procesión por las principales calles de Sucopó. Los fieles, en su mayoría habitantes de la región, acuden con devoción, llevando flores, velas y cánticos que honran a la Virgen.
Durante varios días se organizan misas, rezos, novenas y procesiones. Además, hay un importante componente social y festivo, con eventos como las vaquerías, bailes populares, danzas tradicionales y corridas de toros. La música regional, especialmente las jaranas, forma parte esencial del ambiente de celebración.
Uno de los momentos más coloridos es la tradicional calenda, que incluye recorridos con canastas de flores, estructuras artesanales, estandartes y fuegos artificiales. También se realiza la bendición de los niños, siguiendo la costumbre del Día de la Candelaria.
La comunidad se organiza en gremios que participan activamente en la preparación de las actividades. Estos grupos se encargan de la organización de las misas, de ofrecer comida típica como tamales y atole, y de animar las celebraciones con danzas y música.
La fiesta de la Virgen de la Candelaria representa una manifestación profunda de religiosidad popular, en la que se mezclan elementos católicos con tradiciones indígenas y mestizas. Es también un espacio de reunión comunitaria que fortalece la identidad cultural de Sucopó y de Tizimín en general.
Año con año, esta celebración sigue siendo uno de los eventos religiosos y culturales más esperados en el oriente de Yucatán. Atrae tanto a locales como a visitantes que buscan participar en una tradición viva y cargada de simbolismo.