La influencia francesa en la arquitectura de Mérida: elegancia y legado en piedra

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La ciudad de Mérida, capital del estado de Yucatán, es reconocida no solo por su riqueza cultural maya, sino también por la notable presencia de estilos arquitectónicos europeos, entre ellos el francés. Esta influencia se hizo evidente principalmente a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando el auge económico del henequén convirtió a Mérida en una de las ciudades más prósperas del país.

Durante ese periodo, la élite yucateca buscó mostrar su riqueza y modernidad a través de la arquitectura, inspirándose en los estilos europeos más refinados. El estilo Beaux Arts, proveniente de la Escuela de Bellas Artes de París, fue uno de los más influyentes. Este estilo se caracteriza por sus detalles ornamentales, columnas, balcones con hierro forjado y simetría imponente.

Uno de los lugares más representativos de esta herencia arquitectónica es el Paseo de Montejo, una de las avenidas más emblemáticas de Mérida. Inspirado en los bulevares parisinos, fue diseñado con el propósito de exhibir las mansiones de las familias más adineradas de la época. Sus amplias aceras, esculturas, y grandes casonas evocan la estética de la Belle Époque francesa.

Entre las construcciones destacadas de influencia francesa en Mérida se encuentran:

  • Casa Museo Montes Molina: ubicada en el Paseo de Montejo, esta residencia conserva su mobiliario original de estilo europeo y es un perfecto ejemplo del gusto afrancesado de la alta sociedad meridana.
  • Palacio Cantón: también en el Paseo de Montejo, este edificio albergó a una de las familias más influyentes de Yucatán. Actualmente es sede del Museo Regional de Antropología. Su fachada y decoración interior reflejan el estilo clásico francés.
  • Teatro Peón Contreras: aunque con una mezcla de estilos, su cúpula, columnas y detalles internos muestran una clara influencia francesa. Es uno de los principales espacios culturales de la ciudad.
  • Casa Cámara: esta mansión privada, también ubicada sobre el Paseo de Montejo, destaca por su estilo neoclásico con detalles afrancesados, incluyendo balaustradas, cornisas y puertas ornamentadas.

La influencia francesa no solo se percibe en grandes edificaciones, sino también en detalles cotidianos: portones, rejas, balcones y hasta en la distribución urbana de ciertos barrios de la ciudad. Esta influencia ha sido tan marcada que muchos visitantes sienten un aire europeo al caminar por ciertas zonas de Mérida.

El legado francés en la arquitectura meridana sigue siendo motivo de orgullo y una de las razones por las que Mérida es considerada una joya colonial y cultural del sureste mexicano. Esta mezcla de raíces mayas, coloniales y afrancesadas le da a la ciudad una identidad única que se aprecia tanto en sus calles como en su historia.